Campaña "Ni una mujer mas víctima de las redes de prostitución"

ANDREA NOEMI LÓPEZ
DESAPARECIDA EL 10 DE FEBRERO DE 2001

Andrea desapareció en Santa Rosa, La Pampa, tenía 25 años y un hijo de 4 años con el boxeador Víctor Purreta, un golpeador y proxeneta con el cual vivía, que la sometía a todo tipo de violencia y la explotaba en distintos prostíbulos junto a otras mujeres. Andrea hizo varias denuncias por violencia contra Purreta. Ella quería abandonar la prostitución y eso era también motivo de golpes.
A la familia llegaron distintas pistas: que había sido vista en prostíbulos de Daireaux, cerca de Pehuajó, también Tucumán. Su mamá, Julia Ferreyra, fue hasta esos lugares pero no encontró rastros.
La causa presenta innumerables irregularidades. Purreta que fue detenido y condenado por proxenetismo, ya está en libertad.
Sus madres, familiares, amigas/os y distintas organizaciones de la sociedad, las seguimos buscando.



ROSANA MARICEL DUARTE
DESAPARECIDA EL 3 DE FEBRERO DE 2001

Rosana desapareció a los 17 años de Villa Alta, Misiones, cerca de Puerto Iguazú, trabajaba y vivía con su vecina, ya que su madre sumergida en la pobreza ubicaba a sus hijos/as en casas de conocidos: “Nos desparramamos un poco. Tengo una casa que falta techar, los chicos siempre trabajaron y querían tener su privacidad” justifica su madre. Trabajaba de moza en un bar donde ganaba trescientos pesos. Un anuncio en una peluquería del barrio cambió su vida con una promesa de trabajo en Buenos Aires.
En un llamado breve y temeroso, Rosana le confirmó a su familia que había caído bajo una red de explotación sexual.
Su madre Silvana Montiel cuenta que no supo qué hacer cuando le dijeron que la policía estaba metida en su secuestro “En la Comisaría 2ª me dijeron que no podía hacer la denuncia porque ella tenía casi 18 años y sabía lo que hacía. Me tomaron una declaración civil y no me dieron copia”.

Basta YA de proxenetas y de prostitución organizada!!!

Sin Complicidad de funcionarios de los poderes Judicial, Legislativo, Ejecutivo y de las fuerzas de seguridad, de las iglesias, y de los medios de comunicación no hay prostitución ni trata